Desde niños nuestros padres se convierten en una figura de referencia en nuestras relaciones con las demás personas, así como también con Dios. Esto quiere decir que, si tuvimos malas experiencias o una mala relación con nuestros padres, indudablemente tendremos dificultades para entablar relaciones sanas a lo largo de nuestra vida. De igual forma, esto también afectará nuestra imagen de Dios porque siempre estaremos cuestionando: ¿cómo puede un Dios amoroso permitir que me pasara esto? o ¿porqué no le importa mi sufrimiento? Este mismo tipo de preguntas también surgen al ver las problemáticas que enfrenta el mundo entero: enfermedades, violencia, hambre, injusticias, etc. Y si meditamos en esto un poco, nos daremos cuenta que la raíz de todo este cuestionamiento y negatividad es porque hay raíces de amargura en nuestro corazón por causa del pasado, heridas que aún no han sido sanadas debido a que nos aferramos a todo lo malo que nos ha sucedido. No es fácil perdonar, es verdad, pero recuerda que hemos venido aprendiendo que el perdón es la única decisión que nos desata del pasado, que nos libera de esa cárcel emocional que no nos deja avanzar y disfrutar en plenitud nuestro presente.
Entonces, ¿cómo podemos traer sanidad a nuestro corazón?
1) Reconocer juicios: debemos comprender que como seres humanos, todos nos equivocamos. Así que, reconozcamos todos esos juicios que hemos lanzado sobre nuestros padres en los momentos de ira y dolor.
2) Confesar y recibir perdón: por nuestros pecados de juicio contra nuestros padres, resentimientos, amargura, juicios, rebelión.
3) Perdonar: primeramente a nuestros padres, sin excusas, sin pretextos, hay que soltar y dejar ir esos resentimientos.
4) Arrepentirse: escoger la vida y una relación bendecida con Dios, escoger cambiar como vemos a nuestros padres y en consecuencia a Papá Dios.
El siguiente es un ejemplo de oración, para dar ese primer paso para perdonar a nuestros padres:
Perdona todas mis respuestas pecaminosas..."
*Decide hoy perdonar las faltas de tus padres y, camina hacia un futuro lleno de sanidad y restauración.
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